La ritidectomía, más conocida como lifting, puede ser realizada en el rostro en el cuello así también en la cola de cejas, dependiendo de la evaluación médica en torno a la zona de tratamiento. Es un procedimiento quirúrgico que tiene por objeto retirar del exceso de piel y reconducir los ángulos del rostro. Las cicatrices, producto de las incisiones, quedan ocultas por el cuero cabelludo o en la región posterior auricular. Las pequeñas hematomas que pudieran surgir desaparecen rápidamente.
En particular en el lifting facial se realiza un levantamiento del tercio medio del rostro. Pueden llevarse a cabo acciones complementarias como PRP o plasma rico en plaquetas y lipoinjerto graso para mejorar los contornos y ángulos del rostro. Por otra parte, en el de cuello se levanta la piel de la región de tal modo que pueda realzarse el ángulo de la mandíbula.
El lifting otorga una contención emocional al paciente, permitiéndole armonizar su autopercepción. Se acomodan los tejidos, se contiene el entorno del cuello y mandíbula, y se otorga volumen a los pómulos restableciendo las proporciones de la juventud.
Habiendo transcurrido solo dos semanas, los resultados del lifting se podrán apreciar en su totalidad.